Una noche de alcohol y sexo.

Semanas de vómitos, mareos, irritaciones habían llegado, las nauseas estaban presente continuamente en su cuerpo, prácticamente, ya casi, vivía en su baño.

-         ¿Trajiste lo que te pedí? - preguntó  cuando le habría la puerta a su mejor amiga.

-         ¿Cómo que se te ha atrasado el periodo? ¿Cuántos días hace ya?

-         Unos 17- contestó mientras agarraba el evatest de las manos de su compañera

-         Y ¿Hace cuanto tuviste sexo con Mike?

-         Un mes y unos dias. El es el más próximo a mi temporada de ovulación

-         ¿¡No han usado protección!? ¡Mierda! Me habías dicho que si.

-         Estaba demasiado borracha esa noche como para saberlo, ni siquiera recuerdo como llegué a su habitación.

Fue hacia al baño a hacerse el comprobante, no quería ni pensar que estaba embarazada por una noche de locuras con un casi desconocido, y menos teniendo 17 años recién.

Las dos rayitas hasta ahora eran su peor pesadilla, se estremecía completamente de tan solo pensarlo.

 Después de unos minutos salió posesionándose frente a su amiga, quedando cara a cara sin ver el resultado. Sentía pánico, algo que nunca en su vida tuvo, estaba paranoica.

-         ¿Y? ¿Qué esperas, que salió? - Interrogó su amiga nerviosa

Miró el resultado y sintió todo desmoronarse, allí aparecieron las dos rayitas que tanto la atemorizaban. Por una noche de alcohol y sexo ahora tenía a una pequeña criaturita en su vientre, por una equivocación y  no tomar precauciones.

Puso una mano en su panza, y miró a su amiga “Dos rayas” Dijo antes de ponerse a llorar, pero esta vez no era de felicidad.